sábado, 1 de agosto de 2009

Día 21

Parece un sueño, pero he llegado sin esfuerzo al día 21. Tres semanas. Ni pizca de ganas de fumar. Me siento más relajada, la piel sigue cambiando de tersura y el pelo va brillando más. El gusto y el olfato se desarrollan de manera que asusta casi.
Aún no siento que la vida valga más o menos la pena como muchos libros se empeñan en señalar, pero lo que realmente me importa es que no tengo ganas de fumar y eso ya es decir.