Día 3:
Casi me voy olvidando del tabaco y parece un milagro. Voy poco a poco recuperando intensidad en el gusto y en el olfato. La piel se va volviendo lentamente más elástica. Aún no me avalancha el desagradable olor a tabaco desde el armario, pero tiempo al tiempo. Todo llegará.
Tengo sueños donde fumo un cigarillo cada día y donde también aparecen diferentes personas que me avisan que fumar un cigarillo, significa volver a empezar de nuevo y me despierto sobresaltada. Eso también pasará.
Aún me siento lejos de la fase en la que el pseudo ex fumador se siente superior al que aún sigue fumando, pero también llegará. Y la recaída a los 6 meses, etc. Pero lucharé con todas mis fuerzas para esta vez poder vencerme a mi misma más que al vicio en si.
Hoy me siento físicamente mucho mejor.
Un día más, decido no fumar.
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